Nacido el 6 de junio de 1878 en Lufkin, Texas, Gann creció en el seno de una humilde familia de agricultores. Su padre trabajaba en la industria algodonera, lo que le expuso muy pronto a las fluctuaciones de los precios de las materias primas. Poco más hay documentado sobre su infancia, pero su obra posterior sugiere una profunda fascinación por las matemáticas, la astronomía y las profecías bíblicas.
Gann empezó a operar en 1902, a los 24 años. A lo largo de las décadas, desarrolló herramientas de análisis técnico únicas, entre las que se incluyen:
Sus métodos se basaban en principios esotéricos que combinaban la astrología, las matemáticas antiguas y los ciclos temporales. Aunque algunos operadores confiaban en sus técnicas, los críticos las tachaban de pseudociencia.
Gann era un devoto estudioso de la Biblia y masón de grado 33 (rito escocés). Su participación en la masonería pudo influir en su interés por la geometría sagrada y la numerología. También era conocido por sus estudios de las antiguas matemáticas griegas y egipcias.
El éxito financiero de Gann sigue siendo objeto de debate:
Algunos seguidores afirman que amasó 50.000.000 de dólares (más de 500 millones en la actualidad).
Otros, incluidos su hijo y sus socios, sugieren que ganó más vendiendo cursos que comerciando. Al morir, su patrimonio ascendía a unos 100.000 dólares.
La influencia de Gann persiste en la negociación técnica. Aunque la corriente financiera dominante suele desestimar su enfoque astrológico, muchos operadores siguen utilizando los ángulos y el análisis de ciclos de Gann. Sus libros y cursos siguen siendo populares entre los inversores especulativos.
Sí. Aunque sus escritos públicos eran vagos, las cartas privadas revelan que se basaba en ciclos planetarios, eclipses y acontecimientos astrológicos para predecir el mercado.
Sí, sobre todo en el análisis técnico. Los operadores siguen aplicando los ángulos de Gann, el cuadrado de los nueve y los ciclos temporales, aunque su eficacia es objeto de debate.
No en el sentido de casino, pero sus operaciones especulativas conllevaban un alto riesgo, similar al de las apuestas en los mercados financieros.
Sus teorías sobre el ciclo temporal le permitieron predecir el desplome del mercado bursátil de 1929 y otros grandes cambios.