Sistemas de apuestas y ventaja de la casa

¿Funcionan los sistemas de apuestas?

Para los lectores de Casinoz, las palabras de algún autoproclamado gurú de la emoción, afirmando que, por ejemplo, se puede ganar a la ruleta, pueden ser influyentes. Por eso, recurrimos a la ayuda de un especialista.

Le sugerimos que lea el artículo de un profesor de matemáticas Eliot Jacobson. Es profesor en la Universidad de Ohio y en la Universidad de Arizona y actualmente trabaja en el Departamento de Informática de la Universidad de California.

El artículo trata del sistema de apuestas del blackjack como ejemplo, pero los principios generales son los mismos para todos los juegos de azar. Probablemente sepa que las mismas personas intentan utilizar la Martingala para la ruleta, las máquinas tragaperras o el blackjack, las apuestas en eventos deportivos e incluso los mercados financieros.

Originalmente de BJInsider

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Sistemas de apuestas y la ventaja de la casa

Eliot Jacobson

El éxito de los casinos no tiene ningún misterio. La gente apuesta en juegos que tienen una ventaja de la casa. Los jugadores ganan o pierden las apuestas individuales, pero eso no preocupa a la dirección. La única preocupación es que los jugadores sigan haciendo apuestas a través del sistema. En este caso, la gran varianza de las apuestas individuales se iguala y la casa gana según la siguiente ecuación básica:

Ganancias = (Apuestas totales) x (Ventaja de la casa)

Un sistema de apuestas de progresión se basa en la creencia de que esta ecuación es errónea. Es un intento de desafiar las leyes de la economía y las matemáticas colocando apuestas según un patrón fijo en un intento de cambiar la ventaja de la casa.
Un patrón de apuestas de progresión es aquel que basa la apuesta actual en la cantidad apostada anteriormente y en el resultado de la mano anterior. Muchos autores escriben libros sobre estos sistemas, afirmando que ganarán si se combinan con métodos de stop-loss y de gestión del dinero. Debido a su simplicidad, mucha gente los prueba en las mesas. La mayoría pierde. Algunos ganan.
Aquellos que ven a personas ganar utilizando sistemas de apuestas pueden llegar a considerar estos sistemas como un método ventajoso. Además, los argumentos a favor de los sistemas de apuestas parecen lógicos. Pero es importante comprender que es la gran varianza de los juegos lo que atrae a la mayoría de los clientes. Por supuesto que los jugadores ganarán. Siempre hay ganadores. Tiene que haber ganadores. Pero otros jugadores perderán. Al final, las pérdidas compensarán con creces las ganancias, de modo que el resultado final representa la ventaja de la casa.

Por otra parte, los "autores" y "expertos" que ensalzan los sistemas de apuestas suelen culpar a los perdedores de sus pérdidas.

Afirman que los perdedores no son disciplinados o no entienden completamente el sistema (lo que esencialmente significa que el perdedor no es capaz de predecir el futuro a la perfección). Señalan la miríada de ganadores (siempre hay ganadores, eso es evidente). Afirman que las simulaciones por ordenador que demuestran que sus sistemas son fraudulentos no modelan el "mundo real". Inventan extravagantes teorías sobre el caos y los fractales y nunca las explican del todo. Publican mensajes defensivos en tablones de anuncios de Internet, utilizando términos como "math boyz" y "flaw". Contratan publicistas que envían comunicados de prensa. Ganan exposición mediática. Y lo peor de todo, ganan credibilidad entre el público de los juegos de azar.
Pero los sistemas de apuestas no dan ventaja al jugador sobre el casino. Los argumentos falaces, los relatos anecdóticos y las hábiles portadas de los libros no pueden superar las leyes físicas del universo.

Ley de las apuestas.
Un sistema de apuestas no puede cambiar la ventaja de la casa; los jugadores que utilizan estos sistemas en su conjunto pierden exactamente al ritmo previsto.
Sin embargo, los sistemas de apuestas progresivos sí cambian la forma en que se producen las pérdidas. Para entender el atractivo de estos sistemas, examinaremos dos de ellos en detalle.
La primera progresión que consideraremos se llama "sistema Martingala". Es la progresión más común utilizada por los jugadores de blackjack. En ella, un jugador comienza con una apuesta unitaria básica (digamos 10 $). Si pierde una apuesta, dobla su apuesta para la siguiente. Continúa doblando cada apuesta hasta que gana. Después de ganar, su apuesta vuelve a su valor original de 10 $. En caso de empate, la apuesta sigue siendo la misma. Al irse siempre con una victoria, el jugador se asegura una sesión ganadora.
Esto parece ser algo seguro. Por ejemplo, si la secuencia es perder, perder, ganar (LLW), entonces el jugador apostará 10 $, 20 $, 40 $. Perdió las apuestas de $10 y $20 para una pérdida neta de $30, pero ganó $40 para una ganancia total de $10. Para una secuencia más larga, considere

LLWLWLLWWLLLLLLLLLLW

Es fácil calcular la ganancia para el jugador: es su apuesta mínima multiplicada por el número total de ganancias en la secuencia, en este caso, 10 $ ' 5 ganancias = 50 $.
¿Cómo puede haber algo malo en esta lógica? Basta con salir en una victoria y el jugador se va con un beneficio en el bolsillo cada vez.
Sin embargo, por muchas razones, el jugador no siempre puede irse cuando gana. Por ejemplo, en la secuencia anterior, el jugador perdía 10.190 $ en la apuesta antes de la victoria final. Muy pocas personas pueden soportar este tipo de pérdida y seguir jugando. El jugador hizo una apuesta de 10.240 $ en la última apuesta en un esfuerzo por ganar 10 $. La situación de perder 10 manos seguidas no es rara. Ocurre aproximadamente una vez cada 1.540 manos (o 15 horas de juego). Una serie de 10 pérdidas consecutivas es casi una certeza en cualquier viaje prolongado a Las Vegas. ¿Y si la secuencia de pérdidas fuera de 15 manos? Entonces el jugador tendrá que apostar 327.680 $. En el blackjack, una secuencia de 15 pérdidas seguidas ocurre de media una vez cada 100 horas de juego. ¿Y si tuviera que dividir y doblar? ¿Y si perdiera esa mano?

Límites de la mesa
Conviene hacer un último comentario sobre los límites de la mesa. Los límites de mesa no existen para derrotar al sistema de apuestas Martingale. Es un sistema perdedor. Los límites de mesa existen para proteger la banca del casino de los efectos de una sola apuesta grande, en la que podría haber colusión. Estos límites también ayudan a separar a los mejores jugadores del resto. Sin embargo, la mayoría de los límites de mesa permiten como máximo siete u ocho doblajes de Martingala.
El resultado de un sistema de Martingala es que la mayoría de los jugadores saldrán con una pequeña ganancia la mayor parte de las veces porque no tuvieron que soportar una larga serie de apuestas perdedoras. Pero, en esas raras ocasiones, el jugador no puede salir ganador, sus pérdidas serán enormes.

Un sistema en el que se aumentan las apuestas después de una apuesta perdedora se llama "progresión negativa".

El gancho de este tipo de sistema de apuestas es la frecuencia de las sesiones ganadoras. En casi todas las sesiones, el jugador podrá salir con una victoria y, por lo tanto, embolsarse una pequeña ganancia. El gancho es que algunas sesiones perdedoras poco frecuentes pueden ser catastróficas para el jugador. Lo que más teme el jugador es una larga serie de pérdidas. A la larga, las ganancias y las pérdidas se suman a la ventaja de la casa. El jugador no puede superar la "Ley de apuestas".
El otro tipo de sistema de apuestas que muchos jugadores utilizan es un "sistema de progresión positiva", también conocido como piramidar sus ganancias, una apuesta parlay o dejarse llevar. Los jugadores suelen considerar sus ganancias como dinero de la casa y están dispuestos a apostar más libremente con este dinero en un esfuerzo por ganar aún más. En este tipo de sistema de apuestas, el jugador está dispuesto a aceptar muchas pequeñas pérdidas frecuentes en un intento de conseguir una única gran ganancia. El jugador necesita menos capital (ya que no está persiguiendo pérdidas), por lo que el riesgo a la baja es menor en cada sesión y el potencial al alza es enorme.
Por ejemplo, una progresión común entre los jugadores de blackjack es "casi" doblar después de ganar. El jugador apostará una cantidad base, digamos 10 $ en una mano de blackjack. Tras una única victoria, apostará 15 $ (dobla su apuesta de 10 $ y luego retira 5 $ para añadirlos a su pila de "ganancias"). Después de dos victorias, WW, apostará 25 $ (dobla la apuesta de 15 $, y luego lleva 5 $ a su montón de "ganancias"). Después de tres victorias seguidas, WWW, su apuesta es de 45 $ = 25 $ + 25 $ - 5 $. Si pierde esta apuesta, vuelve a apostar 10 $ y empieza de nuevo.
Una secuencia típica de diez apuestas podría parecerse a WWLLWLLLWW. Nuestro jugador ganó apuestas de 10 $, 15 $, 10 $, 10 $ y 15 $. Ha perdido apuestas de 25 $, 10 $, 15 $, 10 $ y 10 $. Su neto para esta secuencia es una pérdida de 10 $. Soportó una pequeña pérdida mientras buscaba una gran ganancia.

¿Qué espera el jugador? ¿Qué tal WWWWWWWWWW, seguido de irse? En este caso, el jugador ha hecho y ganado apuestas de 10 $, 15 $, 25 $, 45 $, 85 $, 165 $, 325 $, 645 $, 1.285 $ y 2.565 $. Y en lo que a él respecta, todo es dinero de la casa. Se ha llevado el premio gordo, ganando 5.165 $ con su apuesta inicial de 10 $. Abandona la mesa entre los aplausos de los que le rodean. Se le pide humildemente que comparta sus sabias y misteriosas formas de ganar. Escribe un libro sobre su sistema y la historia de esta noche mágica le ayuda a vender un millón de ejemplares. No compre este libro.

El gancho de un sistema de apuestas de progresión positiva es el señuelo de la gran victoria.

El jugador espera ese acontecimiento poco frecuente pero que le cambiará la vida y demostrará para siempre el poder del sistema: una larga serie de victorias. El problema es que las grandes sesiones ganadoras son muy raras. El resultado habitual de una noche de juego es una pequeña pérdida. El efecto para el jugador es muy parecido al de una máquina tragaperras y las matemáticas también son las mismas. A la larga, las ganancias y las pérdidas se suman a la ventaja de la casa.

El jugador no puede superar la "Ley de apuestas".

Los sistemas de apuestas no son una herramienta de los jugadores con ventaja y no le ayudarán a ganar al blackjack; son utilizados por jugadores ingenuos a los que se les ha vendido un engaño sobre un sistema fácil de "ganar". La ventaja de la casa no es un número más; es La Ley.

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¿Debería apostar con sistemas de apuestas?

Y para terminar, quiero citar a Michael Shackleford, el propietario de una famosa página web sobre casinos y apuestas Wizardofodds. En el último párrafo de la sección "La verdad sobre los sistemas de apuestas", dice:

Por favor, no escriba. Nunca respondo a los correos electrónicos, lo que sugiere que el uso de un sistema de apuestas puede ser un largo tramo para ganar el juego con expectativas negativas. Tales cartas son eliminadas inmediatamente.

Si nuestra opinión no es suficiente para usted, escuche las palabras de un profesor de matemáticas y un famoso experto americano en el campo de las apuestas.

No se haga ilusiones. No espere que pueda comprar un excelente programa o sistema de apuestas que le hará multimillonario. Tales productos sólo enriquecen a quienes los venden.