Los fraudes con más éxito suelen ser extremadamente sencillos, y muchos carecen de originalidad e imaginación. Uno puede maravillarse de cómo semejante banalidad pudo tener éxito en grandes casinos con numerosos agentes de seguridad, sistemas de videovigilancia actualizados y gestores experimentados.
Algo así ocurrió en casinos fuera de línea de varias ciudades de Ohio y otros estados de Estados Unidos. Sin embargo, debido a las peculiares circunstancias del caso, no es fácil estimar la magnitud del incidente.
Una banda de tramposos asaltó casinos mientras jugaban a la ruleta. Curiosamente, los estafadores no reinventaron la rueda y distrajeron la atención de crupieres, jefes de boxes y gerentes para robar fichas de la mesa.
Los papeles de los miembros estaban cuidadosamente pensados y sus acciones bien orquestadas, lo que les permitió engañar a los casinos con éxito. Como resultado, la justicia finalmente les alcanzó, pero parece que la mayoría de los jugadores consiguieron evitar el merecido castigo.
Sin embargo, analicemos todo paso a paso...
Participantes en el fraude
Según Karen Huey, de la Comisión de Control de Casinos de Ohio, la banda estaba formada por varias docenas de personas (entre cincuenta y setenta, como puede suponerse). La mayoría eran dominicanos e inmigrantes de la República Dominicana residentes en Nueva York.
En un principio, se fijaron en el Horseshoe Casino y en otras tres casas de juego de Ohio. Sin embargo, la policía tenía motivos para creer que sus actividades abarcaban casas de juego de otros dieciocho estados de Estados Unidos.
¿Qué hacían los estafadores de la ruleta?
Los estafadores trabajaban de una forma increíblemente primitiva, pero seguían un esquema muy eficaz utilizado por estafadores de todo el mundo.
- Los estafadores empezaron a jugar a la ruleta haciendo apuestas bajas, como fichas de un dólar.
- Seleccionaban las mesas más concurridas para tener la oportunidad de mezclarse en la masa.
- Eligiendo los momentos adecuados, algunos miembros de la banda distraían la atención de los empleados del casino utilizando diversos métodos.
- Mientras tanto, los otros tramposos se embolsaban hábilmente las fichas de la mesa.
Como dijo una vez Einstein:
Nadie puede ganar a la ruleta si no roba dinero de la mesa mientras el crupier no mira.
Al cabo de un rato, los estafadores se dirigían al aseo o a la zona de descanso con las fichas robadas, donde podían entregárselas a sus cómplices. Sin embargo, no se apresuraban a cobrarlas. Primero, los estafadores las cambiaban en las mesas por fichas de alta denominación para ensuciar el rastro, y luego cobraban el dinero.
Los estafadores no eran codiciosos. Seguían su plan cuidadosamente, cumplían su papel y cambiaban con frecuencia de casino. Gracias a un plan bien pensado y a sus habilidades, no han sido detenidos.
Detención e investigación
Sin embargo, lo que sube tiene que bajar. Unos empleados con ojo de halcón se percataron de los extraños visitantes e invitaron a las autoridades competentes, que se dedicaban a controlar las actividades de juego.
Dos mujeres y dos hombres fueron detenidos el 1 de junio de 2012 en el Casino Hollywood, inaugurado en Toledo tres días antes. Solo uno de los miembros del grupo fue condenado a pagar una multa.
A finales del mismo mes, Luis Abad-Pena y Jeckson Tapia habían sido sorprendidos in fraganti en el Horseshoe Casino de Cleveland, pero no acudieron al juzgado. Al cabo de un tiempo, Luis fue detenido. Fue condenado a una multa de dos mil dólares y un año de prisión, que es la pena más severa para este tipo de delitos.
Sin embargo, los demás miembros de la banda se escondieron. Primero, tres individuos sospechosos fueron advertidos en el Hollywood Casino Columbus, pero consiguieron huir antes de que llegara la policía. Cuatro participantes activos fueron detenidos en el verano de 2013. Comparecieron ante un tribunal y fueron condenados a diversas penas, incluidas multas y penas de prisión.
Los delincuentes se negaron a cooperar con las autoridades, lo que dificultó la investigación. Los agentes solo consiguieron hacer hablar a uno de ellos. Dijo que los tramposos solían conformarse con mil o dos mil dólares por intento, aunque, en circunstancias especialmente favorables, habían ganado cantidades mucho más importantes.
El final de la historia
Dado que sólo se ha detenido a unas pocas personas, se espera que las actividades de la banda se reanuden. Es posible que los estafadores más hábiles no hayan dejado de llevar a cabo sus actividades, continuando engañando a los casinos mientras juegan a la ruleta.
Seguiremos el curso de los acontecimientos e informaremos a los lectores de Casinoz sobre las novedades relacionadas con la investigación.
En resumen, estos casos confirman que jugar en casinos en línea es mucho más seguro. Habiendo seleccionado un sitio de juego en Internet fiable, nunca se enfrentará a estafadores que puedan robarle sus fichas o engañarle de cualquier otra forma.